Hoy la vi. Era ella.
Su piel más blanca,
Su cabello más largo y más alba.
Su sonrisa tan larga y fresca
[aun sigo detrás del secreto para sonreír de esa manera]
Era ella, su perfume, su canto y su danza.
Ella y su rareza desmentida, sus ojos cielo mar destellaban chispas de calma.
Sus manos más traviesas, más rápidas.
Era ella. Envuelta en colores de la primavera, tan joven, tan mujer, tan perfecta.
Era ella, tan suya…y mía.

Foto de Tatiana Syrikova en Pexels
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