Estás tan ocupada que no te siento.
He aprendido a perder.
Perder tu llanto, tu sonrisa, tus besos, por ejemplo.
Yo te amé como a mi madre y a mi primer juguete de niña,
aunque de niña pensaba que todo era dulce de miel y flores de campo,
que todo era eterno…que no había descanso.
Pero pasado el tiempo, me doy cuenta que ya no te siento,
que estoy haciendo recuerdos vacíos,
que este amor es un laberinto y que no somos eternos.
Me puede más el miedo de perder,
Lo siento, pero no te siento.
Me queda solo el tormento de perder la luz de tus ojos,
la música de tus movimientos.
Perder tu susurro, tu aliento y tu nombre, por ejemplo.
He aprendido a perder

Qué hermoso!
Me gustaLe gusta a 1 persona