
Me tiemblan las manos y todo el cuerpo al pensar en ti, tengo que decir lo que siento, lo que me está pasando.
No quiero etiquetas, sin embargo si tengo que llamarlo de alguna manera trataré de escribirlo en el siguiente verso, sin tanta rima, por cierto.
Cosquilleo. Si. Cosquilleo.
No es un cosquilleo de emoción como cuando pasa frente a mi el carrito de las nieves (helados) y no tengo monedas para comprarme uno. No, no es nada parecido. Es un cosquilleo que enerva mis sentidos y me deja sin recursos. Es un cosquilleo que viene de mis entrañas y me habla.
De pronto se convierte en una caricia suave de viento.
Es esto que no concibo describir,que me mantiene despierto hasta las tres de la mañana. De tanto en tanto ya es un compañero no deseado de mi lecho.
De pronto entre el delirio y morfeo cierro los ojos y te veo, puedo ver tu pelo, tu nariz, tus ojos. Siento cosquilleo de nuevo.
Esta magia de ti es inmesurable.
A esta parte dormida de mi ser le gusta estar contigo, le gusta cuando le ves, cuando dices su nombre o cuando le tocas el pelo.
Si, quizá sea amor, pero antes de todo fue y sigue siendo el bendito cosquilleo.

👏👏👏👏👏
Me gustaMe gusta